Cuenta una leyenda china, que hubo una vez un rio cuya corriente, excesivamente fuerte y constante hacia temer a todos los que allí se adentraban y por supuesto a todos sus habitantes. Además el rio se caracterizaba por su belleza, ya que , pese a ser bravo y fiero, sus aguas cristalinas conseguían agradar y emocionar, a todos aquellos espectadores que tenían la suerte de contemplarlo.
No obstante había una parte totalmente desconocida del rio,su nacimiento, y sus habitantes, los peces por miedo y la dureza que implicaba llegar a aquella parte desconocida, decidían que lo mejor que podían hacer era dejarse llevar por aquel rio hasta desembocar en el mar, puesto que el rio era precioso y el camino más o menos, cómodo.
Más hubo un día un pez que decidió ir a contracorriente, nadie sabia porque, de hecho es probable que en un principio él tampoco lo tuviese del todo claro, más de lo que si estaba seguro, es que no quería ser otro títere más, quería ser diferente , ni mejor ni peor, sino él mismo. Así pues decidió remontar el rio, y aunque el camino fue duro y en más de una ocasión se planteo rendirse , no lo hizo, y así tras largo tiempo luchando por cumplir su objetivo, llego al nacimiento del rio, donde curiosamente las aguas eran más bellas y tranquilas, y daban paso a un manantial .
Llegados a este punto, el pez pensó que aquel era un buen sitio para vivir y tal vez para morir, puesto que allí era feliz. Mas por la proeza realizada el universo le concedió un regalo a aquel pez que decidió ir a contracorriente, y así tras ser atravesado por un haz de la luz más pura que alguien pueda percibir, se convirtió en un dragón de escamas plateadas al que se le concedió el don de la inmortalidad, y cuyo cometido era cuidar que todos aquellos que intentaran remontar el rio,para que tuviesen un apoyo y en caso de lograrlo una recompensa comparable a la proeza cometida.
Se desconoce la situación del rio, probablemente no exista, o tal vez sea únicamente una analogía a libre interpretación de cada uno de los privilegiados que encuentre este relato , aunque en mi caso personal es una motivación para seguir siendo yo mismo, alguien que de forma consciente va lanzando botellas al mar y actuando de forma impredecible teniendo como objetivo encontrar su sitio en esta "travesía o aventura" que algunos llaman vida , sin importarme lo que pensaran aquellos que se dejan arrastrar por la corriente y dejándome ayudar al tiempo que ayudo a aquellos que al igual que yo, buscan su sitio sin importarles remontar el rio por difícil que sea.
Por que :
La pregunta no es ¿quién va a permitirme hacerlo?, sino ¿quién va a detenerme ahora?
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